sábado, 13 de abril de 2013

El Diario


      Un domingo por la mañana nos fuimos al pueblo de mis abuelos. Durante el viaje tenía la impresión de que algo mágico pasaría ese día.                       

     Llegamos pronto y decidimos ir a limpiar la casa de mis bisabuelos, eran los antiguos panaderos del pueblo, vivían en un antiguo molino de madera.

      Mientras la mayoría limpiaban y contaban anécdotas divertidas que habían vivido allí, mi prima y yo subimos por unas escaleras de madera que crujían tanto que parecía que chillaban, parecía que se iban a partir los peldaños a nuestro paso. Ya arriba pisé una tabla que se movía mucho, al pisarla se hundió   y al intentar arreglarla vi algo que, según mi prima, era un libro en blanco. La portada era muy antigua de color rojo y con unas ramas doradas, las letras de la portada casi no se veían pero conseguí leer: ``Mi Diario.´´

Y en él empecé a leer:

``Esto que voy a contar me sucedió hace un tiempo y no lo hemos contado a nadie".

     Estábamos en el campo de batalla, el enemigo nos bombardeaban, nos llovían tiros por todos lados, se nos acabó la munición, se nos echaban encima y no tuvimos mas remedio que huir, todos los compañeros caían.

      Al fin vimos una especie de trinchera y nos escondimos. Nos seguían alcanzando los tiros y de pronto notamos que algo nos cubría. Al cabo de un rato pararon los tiros, miramos hacia arriba y vimos a una mujer que nos cubría con su manto, nos condujo por un camino y nosotros lo seguimos durante 2 días ella nos proporcionaba pan y agua. Llegamos hasta nuestras casas no sabíamos explicar  como habíamos llegado.

       En el pueblo se comentaba que la Virgen había desaparecido 2 días y sin saber cómo, había vuelto ha aparecer con el manto lleno de tierra.

                                                                          Celia Huertas 5º A

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